Historia

El Tutú

Todo amante del ballet puede apreciar un bello tutú en una producción. Cualquier niña que comienza a practicar ballet quiere llegar al punto en el que pueda ponerse un tutú y bailar en escenario con él. El tutú se ha vuelto un ícono del ballet a nivel mundial. Pero, el tutú como lo conocemos no surgió de la noche a la mañana. Para celebrar el Día Mundial del Tutú (2 de febrero), en este blog post hablaremos de la evolución del tutú y cómo llegó a ser esta parte estética esencial de la bailarina de ballet actual. 

Influencias y contexto

El tutú como lo conocemos aparece en el radar hasta los 1800s. Pero, eso no toma en cuenta la historia que influenció a la creación de la famosa pieza. No se puede conocer el origen del tutú, sin el contexto que inspiró su invención. Y para entender esto, debemos explorar un poco de la historia del ballet, ya que el tutú surgió y evolucionó con estos acontecimientos. La política y las situaciones sociales de Europa marcaron la evolución del ballet y por ende, la evolución del tutú. 

Moda Cortesana y Profesionalización

El ballet nace en las cortes europeas, donde la utilización de prendas extravagantes y caras eran una manera vistosa de mostrar tu rango social y económico. Las danzas cortesanas que debían de hacer en las reuniones reales fueron lentamente convirtiéndose en la danza clásica que conocemos ahora. 

Un ejemplo de las vestimentas de estas épocas sería esta imagen de Elizabeth I de Inglaterra (creada por Marcus Gheeraerts el Joven) donde se muestra una enagua levantada por una estructura para parecer más grande y abultada. También se observa un torso separado de la enagua, características que se encuentran en los tutús en la actualidad. 

Cuando Louis XIV establece la Academie Royale de Danse en la Ville de Paris, la técnica del ballet se empieza a establecer y a evolucionar, ya que se denota un lugar específico para aprender y desarrollar cualidades profesionales de la danza. Los vestuarios de las funciones imitaban a las tendencias de la moda cortesana. 

  Mademoiselle de La Fontaine, costume (1680s)

Silphe-Dans le Ballet des Elements, grabado por Jean-Baptiste Martin, Gallerie des Modes et Costumes Français, 1779
Y no podía faltar un poquito de privilegio noble. Este es un vestuario elaborado para representar a un pastor, pero adornado con detalles caros para el escenario. Es interesante ver las similitudes entre este vestuario y un tutú

Además de la influencias de la moda, los vestuarios cambiaron porque la técnica fue avanzando. Se empezaron a volver más cortos para poder observar los pies y los tobillos, y así, poder apreciar el trabajo de los pies de las bailarinas. 

Marie-Anne de Cupis de Camargo

Aquí observamos a Marie-Anne de Cupis de Camargo, una bailarina francesa que influenció cambios en el ballet. Podemos observar sus pies. Y al entender que ella fue la primera bailarina femenina en ejecutar de manera correcta un entre-chat quatre y cabriolles (ya que eran saltos habituales en hombres y no mujeres), nos damos cuenta el porqué se decidió acortar sus vestuarios. Ella quería mostrar su trabajo rápido y virtuoso de pies. También, dejó de usar tacones, para empezar a usar zapatillas. Fue una persona altamente importante en la evolución del ballet. 

Lo interesante es que, las modas de las mujeres nobles siguió las tendencias de lo que se imponía en el ballet. La moda y el ballet se afectan mutuamente en este entonces, y hasta el día de hoy. 

(Es importante notar que en estos tiempos, el ballet se fue expandiendo a otros lugares además de Francia, pero ya que fue donde se fundó la primera Escuela, se tomaba en la época como a quiénes imponían las reglas, tendencias y demás. Tomé en cuenta más que nada lo que sucedió en Europa del Oeste, ya que el resto de movimientos dancísticos clásicos, como en Rusia, aspiraban a lo que sucedía en Europa, especialmente Francia. Eso fue cambiando ligeramente con el tiempo.)

Neoclasicismo

Marie Sallé, la “adversaria” de Camargo, decidió retar la formalidad de los vestuarios de la época, al bailar Pygmalion, es tipo de túnica griega.  La prensa de la época fue sorprendida por su atrevimiento social, al bailar sin corset, una enagua con guardainfante ni decoraciones en la cabeza. Pero esta osadía de Sallé, fue un pre-atrevimiento que luego se convertiría en un movimiento artístico: el Neoclasisismo, que se revelaba contra la formalidad del Período Barroco y mostraba una admiración en los valores y la estética de los antiguos griegos y romanos. 

Durante los siglos 18 y 19, los movimientos artísticos y sociales siguieron afectando al arte y por ende, al ballet. Pero, cuando llega la Revolución Francesa, los ballets empiezan a envolver personajes más cotidianos de la gente cotidiana, por ejemplo: el ballet de La fille mal Gardée. Y en la Era Napoleónica, el Estilo Imperio empezó a destacar elementos de esta influencia del greco-romana antigua, liberando a la silueta femenina de las restricciones pasadas de las modas en los principios del ballet, permitiendo movimiento más libre de las piernas. 

Portrait of a Lady, 1804, Adam Buck
Fue un contraste muy fuerte, que se pudo capturar hermosamente en la caricatura satírica “TOO MUCH and TOO LITTLE” o “Summer Cloathing of 1556 & 1796”, creada por Isaac Cruikshank desde un dibujo de George M. Woodward, publicada el 8 de febrero de  1796

Cuando se forma Francia como una monarquía constitucional , tras la derrota de Waterloo de Napoleón, se reestableció la formalidad en la moda. 

Mademoiselle Mercandetti Cendrillon c.1822

Después de esto, surge el romanticismo en el siglo 19, que trajo una revolución en las artes como escape de las ciudades grises que estaba causando la Revolución Industrial. Empiezan a surgir una fascinación por los sobrenatural y un anhelo por el ideal femenino.  

El Tutú

Influenciado por el romanticismo naciente, se estrena La Sylphide en 1832. Coreografiado por Filippo Taglioni y protagonizado por Marie Taglioni. Se considera el primer ballet romántico de la Ópera de París, y de la historia. Se estableció el ballet blanc, que se mantiene hasta el día de hoy en actos de ballets famosos (como Giselle). Se creó el personaje de la sílfide y posiciones del torso más en avant para ayudarle a Taglioni con el equilibrio sobre las puntas y así, parecer más sobrenatural y mágica. Asimismo, se creó lo que conocemos como el Tutú Romántico.

Tutú Romántico

El primer tutú fue una enagua acampanada, hecha de tul suave, acompañada de una blusa con mangas abultadas.  Se elimina la cintura alta del Estilo Imperio, y se vuelve al cuerpo en corset, pero conservando una enagua liviana y aireada, con forma sutil de campana, sin aro o canasta. Se acorta la enagua a la mitad de la pantorrilla, para permitir mejor visibilidad y movilidad, además de evocar curiosidad en el espectador. Se creaba con ambiente espiritual con la suavidad del movimiento de la falda, y junto al novedoso uso de las puntas, se creaba la sensación como si la bailarina flotara.

La Sylphide (Souvenir d’Adieu) de Marie Taglioni, 1845, impreso por Edward Morton, para Goupil

Este tipo de tutú se siguió usando para la creación de nuevos ballets, en lo que se ha denominado la Era Romántica del Ballet. Usualmente, empezaban en ambientes de campesinos y aldeas, y estos tutús, se volvieron versiones adornadas y estilizadas de los trajes tradicionales folclóricos de estos lugares. Por ejemplo, Giselle con sus vestuario de campesina, y luego de wili, en el acto blanco como un ser supernatural. 

Portrait of Carlotta Grisi in the title rôle of Giselle 1842 por John Henry Robinson

El primer registro de la palabra “tutú” es hasta 1841. No se sabe bien de dónde viene la palabra “tutú”, pero se teoriza que es una adaptación de una manera infantil (“ Cu cu”) de llamar al trasero (“Cul”), debido a que fue escandaloso para la época. Las bailarinas tuvieron que empezar a usar “calzones de precaución”. 

Después de 1848, cuando la monarquía de Francia dejó de existir y tener poder. Fue devastador para las artes, ya que su patrocinio venía de la realeza. Francia se volvió, durante los siguientes años, un lugar de mucho disturbio político. 

Los ojos del mundo del ballet se volvieron hacia Rusia, donde los Romanov había dedicado tiempo y dinero en traer maestros de Europa del Oeste, fundando la Escuela Imperial de Ballet. Cuando se empezó a formar una estructura y un Ballet Imperial, también venían a bailar las grandes figuras de la época (como Carlotta Grisi, Marie Taglioni, Lucile Grahn y Fanny Cerrito). 

Tutú Clásico

Surgen figuras importantes, como Marius Petipa, que conocemos como el coreógrafo de muchas de las obras maestras que se siguen bailando en la actualidad (Don Quijote, La Hija del Faraón, por ejemplo), definiendo la Era Clásica del ballet.  

Poco a poco, las enaguas empiezan a acortarse cada vez más, ya que aumenta la dificultad de los elementos técnicos y el virtuosismo exaltado en las coreografías de Petipa según sus estrellas, requieren más movilidad y visibilidad de las piernas de las bailarinas. Ya se empieza a poder ver la rodilla.  

Carolina Rosati como la Princesa Aspicia de La Hija del Faraón (1862)

Y el tutú sigue subiendo, hasta llegar a su punto alto característico. Volviéndose un símbolo de belleza, fuerza y elegancia. El debut del tutú clásico se le atribuye a Virginia Zucci. 

Carlotta Brianza en “La Bella Durmiente”, 1890  

El tutú clásico ha ido evolucionando a través de los años, conforme la técnica, los coreógrafos y las bailarinas van requiriendo ajustes. 

Tipos de Tutús

Tutú Romántico: 

  • Normalmente se hace de 3 a 5 capas de tul, y puede ser tan largo como se desee, entre los tobillos o justo debajo de la rodilla. 
  • Hay dos tipos: en uno, la enagua empieza en la cintura y en el otro, empieza en la cadera. Debe de ser ligero y que parezca que flota el tul. 
Giselle, Ballet Nacional de Cuba

Tutú Clásico:

  • Tutú “Panqueque”: 
    • La enagua sale horizontal directamente desde las caderas
    • Se hace de varias capas de tul y tejido de red. Usualmente, empiezan desde 8 capas, depende de la estética que se busque. 
    • Capa superficial tiene pliegues
    • Normalmente, se hace sobre calzones pegados al tutú, para evitar que se mueva la enagua y para que se vea más estético. 
    • Para poder soportar su forma horizontal, muchas veces se le pone un aro de alambre entre las capas. 
    • Efecto de rebote sutil.
Arizona Ballet, Swan Lake
  • Tutú Plato
    • Similar al “Panqueque”, pero la capa de arriba no tiene pliegues. 
    • Capa superficial plana con decoraciones
Natalia Osipova en Don Quijote
  • Tutú Campana
    • Corto y rígido, con forma parecida a una campana
    • Hecho de varias capas del tejido de red con un marco que le permite “caer”. 
    • No tiene aros para sostener su forma, capas fijadas levemente

Arizona Ballet, Divertimento #15
  • Tutú Balanchine o Americano
    • Enagua corta con pocas capas del tejido de red, varias capas fijadas levemente, dándole mucho movimiento y libertad a la bailarina. 
    • No tiene aro
    • Se ve muy lleno y suave
    • Creado originalmente para Symphony in C de George Balanchine (por eso surge su nombre), pero se incorpora a muchos otros ballets 
    • Ejemplos: Western Symphony y Diamonds
Western Symphony, New York City Ballet
  • Tutú Contemporáneo o Neoclásico
    • Utilizado en obras neoclásicas normalmente
    • Se basa en la tradición del tutú clásico, pero busca innovación para complementar coreografías más contemporáneas. 

Royal Opera House, The Vertiginous Thrill of Exactitude: Marianela Nuñez, Vadim Muntagirov, Beatriz Stix-Brunell
by Dave Morgan

Es importante mencionar que los términos relativos a los tutús se han ido mezclando mucho. Por lo que se puede encontrar un tutú no decorado que se llame “Tutú Plato” a la venta, por ejemplo. 

El proceso de creación 

Crear un tutú es un proceso largo y complicado. Cuando requieren mucho detalle, los vestuaristas de las compañías de ballet importantes, pueden durar unas 3 semanas desde que empiezan un tutú hasta que esté listo para el escenario. La vida útil de un tutú bien cuidado puede rondar entre los 10 y 15 años. En lugares como el Royal Opera House y el American Ballet Theater, se tienen muestras de telas y abalorios, telas y fotos de los diseños originales para mantener su autenticidad. 

Para ver este proceso, les tengo tres videitos: 

En éste, podemos ver el proceso que lleva hacer un solo tutú. Es un video lento y bello, que muestra el arduo proceso de esta creación y el hermoso resultado. 

Aquí se habla del proceso involucrando el fitting de las bailarinas, y el proceso de cómo se ve un grupo de vestuaristas trabajando en una temporada para sacar todos los vestuarios a tiempo y de manera eficiente. 

Aquí vemos un resumen de lo que conlleva el resultado de algunos distintos tutús. 

Conclusión

El tutú es una vestimenta que ha sido influenciada por las modas y las problemáticas sociales. A través de la historia vemos cómo no sólo los acontecimientos van cambiando la estética del ballet, sino que también el ballet es poderoso y ha logrado cambios en las modas también. Aprendiendo de la historia del tutú, vemos que esta prenda característica de las bailarinas de ballet de la actualidad pasó por mucha controversia y rebeldía para llegar a nuestros públicos actuales. La moda del ballet ayudó a normalizar cosas que vemos ahora muy normales, como el mostrar los tobillos en la calle, que antes se veía mal socialmente. Me atrevería a llamar al tutú desde sus principios una enagua feminista, ya que empujó los límites establecidos hacia la objetificación de los cuerpos femeninos. 

Royal Opera House, Alice in Wonderland

El tutú nos demuestra ser una prenda poderosa y elegante, delicada y fuerte hasta el día de hoy. Nos muestra la belleza de la feminidad junto al arduo trabajo que la técnica clásica demanda. Ya hay bailarines masculinos o no binarios que utilizan esta icónica enagua, porque conocen la fuerza que la acompaña. Incluso, Serena Williams creó una gran controversia en el 2018, cuando utilizó en uno de sus partidos importantes un atuendo creado por Louis Vuitton con un tutú incorporado. Sin riesgos de salud implicados y luciendo muy fabulosa, Williams se lució y despedazó a sus rivales. Sin embargo, se dijo que debía de tener cierto respeto con sus decisiones de atuendo. Sin dudas, esto nos confirma que se sabe lo poderoso que puede ser un simple tutú. 

Y esta prenda clásica no deja de evolucionar. Entre más materiales se tienen al alcance, la moda del ballet sigue adaptándose a los cambios del contexto de su público, las coreografías nuevas y el camino moderno que va tomando el ballet, para ojalá conservar a la tradición viva, y llegar a ser un área más inclusivo poco a poco.

Don Quijote, Leroy Mokgatle on Instagram, click on the image to go watch the reel

Para la curiosidad…

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